Comisión de Ética y Valores Institucionales
La Comisión de Ética y Valores Institucionales actúa como el brazo ejecutor de la Comisión Nacional para la Promoción, Formación y Fortalecimiento de la Ética en las Instituciones del Estado, formando parte del Sistema Nacional de Ética y Valores (SNEV).
Fundamento Legal
Mediante el Decreto Ejecutivo N.º 23944-JC, publicado en la Gaceta N.º 25 del 3 de febrero de 1995, se estableció que cada ministerio e institución adscrita al Poder Ejecutivo debe conformar una Comisión de Valores.
Distinción de la Comisión de Ética y Valores Institucionales
La Comisión de Ética y Valores Institucionales no es un órgano deliberativo ni de toma de decisiones. En lugar de ello, actúa bajo la dirección del jerarca como un órgano sin competencia decisoria, encargado de ejecutar las políticas y disposiciones de la Comisión Nacional. Su rol es servir como un grupo de trabajo y coordinación entre distintas áreas de la institución para articular, promover y dirigir técnicamente la gestión ética.
Objetivo de la Comisión de Ética y Valores Institucionales
El objetivo principal es promover la ética en el servicio, contribuir a la eficiencia de la institución y dirigir técnicamente la gestión ética con el liderazgo del jerarca, los titulares subordinados y la participación activa de toda la administración.
Funciones de la Comisión de Ética y Valores Institucionales
La Comisión de Ética y Valores Institucionales, bajo la dirección de la CNEV, tiene como funciones principales coordinar las instancias relacionadas con la gestión ética, elaborar minutas de reuniones, adaptar el reglamento de trabajo, y recibir capacitación en ética. Además, deben incorporar la gestión ética en el Plan Estratégico Institucional, coordinar la política ética y establecer mecanismos para promover los valores. También verifican la implementación del proceso de gestión ética, apoyan al jerarca y a los titulares subordinados, brindan información sobre ética y presentan un informe anual a la dirección. Finalmente, participan en actividades de la CNEV y envían informes y planes operativos anuales a la dirección ejecutiva
La probidad en el ejercicio de la función pública exige del servidor no sólo el cumplimiento estricto y riguroso de sus deberes y funciones (legalidad) sino, además, la convicción plena de hacerlo con apego a los principios y valores que demanda la sociedad, el servicio público y la investidura (ética).